beneficios de una vida sana
Algunas personas se preguntan por qué debemos llevar una vida sana, si tu eres una de esas personas, a continuación te dejamos un pequeño texto para que lo sepas.
- LOS PRINCIPALES CONSECUENCIAS PARA UNA VIDA SANA:
Prevención de enfermedades cardiovasculares: Al practicar deporte, se trabaja el corazón, se mantiene saludable y se evitan riesgos coronarios.
Aumentar la expectativa de vida: El deporte te mantiene sano y puede ayudar a llevar una vejez con menos enfermedades.
Liberar tensiones y desestresarse: Una de las formas más fáciles y económicas de despejar la mente de las responsabilidades y presiones, es haciendo deporte. Una hora de trote o una caminata de 20 minutos hacen la diferencia en el estado anímico de una persona.
Bajar de peso de forma saludable: Sin dietas peligrosas y sin pasar hambre, el deporte es la herramienta que permite mantenerse sano.
Mejorar la capacidad pulmonar: Al hacer ejercicio se trabaja la resistencia y la respiración.
Evitar dolores musculares: El entrenamiento correcto fortalece la musculatura, haciendo desaparecer esos molestos dolores de espalda, de cuello y hombros.
Favorecer la digestión: El deporte, en general, pero específicamente algunas actividades como el yoga o pilates, previenen el estreñimiento y facilitan una buena digestión.
Prevenir problemas óseos y de articulaciones: Con el deporte los huesos se fortalecen y las articulaciones se mantienen sanas, evitando enfermedades como la osteoporosis o artritis.
Mejorar el equilibrio, resistencia y agilidad: En todo tipo de ejercicios hay que trabajar una de ellas o las tres.
Andar de mejor ánimo: Al hacer deporte secretas endorfinas. Es la llamada “hormona de la felicidad”, que ayuda a estar de mejor humor, más feliz y positivo.
- LAS 10 CONSECUENCIAS NEGSTIVAS DE NO HACEE EJERCICIO:
Como has visto, realizar ejercicio aporta múltiples beneficios a nuestro cuerpo. De la misma manera, si tenemos una vida sedentaria y no solemos realizar ejercicio, sufriremos una serie de consecuencias, que a largo plazo pueden ser muy perjudiciales para nuestra salud.
- Aumento de la presión arterial: Las venas y arterias son flexibles, y se adaptan al flujo sanguíneo. Si realizamos ejercicio regularmente, los vasos sanguíneos se ensanchan y eso ayuda a disminuir la presión arterial. Sin embargo, si llevamos una vida sedentaria, los vasos sanguíneos se adaptan a este menor flujo de sangre, estrechándose. Como consecuencia de este estrechamiento, la presión arterial aumenta. Este aumento de la presión arterial puede ser muy perjudicial para órganos tan importantes como el corazón o los riñones.
- Deterioro de la condición cardíaca: El ejercicio regular nos ayuda a fortalecer el corazón, mejorando así la salud cardíaca. Sin embargo, si llevamos una vida sedentaria este músculo se debilitará poco a poco, pudiendo provocar diferentes problemas y disfunciones. Además, otros problemas derivados de la falta de ejercicio como el aumento del colesterol de la grasa y de la presión sanguínea también afectarán negativamente a la salud cardíaca.
- Empeoramiento de la circulación sanguínea: Tanto el estrechamiento de los vasos sanguíneos como el debilitamiento del corazón y la mayor acumulación de colesterol en las arterias, van a dificultar la circulación sanguínea. Esto va a suponer que todos tus órganos y otras partes del cuerpo reciban menos oxígeno y nutrientes esenciales, perjudicando a su funcionamiento.
- Problemas respiratorios: Practicar ejercicio regularmente también nos ayuda a mejorar la salud pulmonar y a ensanchar las vías respiratorias. Esto nos permite respirar mejor y tener mayor capacidad pulmonar. Sin embargo, si no realizamos ejercicio nuestros pulmones irán perdiendo capacidad poco a poco, pudiendo provocar el desarrollo de alergias respiratorias o asma, u otros problemas respiratorios más graves.
- Degeneración muscular: Si no realizamos ejercicio de manera regular, nuestros músculos se van a ir atrofiando poco a poco, produciéndose una pérdida de fuerza significativa. Además, esta atrofia gradual puede terminar provocando dolores musculares, articulares y de espalda. Por otra parte, al dificultarse la circulación sanguínea, todo el cuerpo va a recibir menos oxígeno, lo que provocará, entre otras cosas, una sensación de fatiga contínua.
- Aumento de los niveles de azúcar en sangre: Si realizamos ejercicio activamos nuestro metabolismo, favoreciendo que el cuerpo absorba mejor todos los nutrientes que ingerimos, entre ellos el azúcar. Sin embargo, si llevamos una vida sedentaria nuestro organismo va a tener más dificultades a la hora de absorber todos estos nutrientes. Al no absorber correctamente el azúcar, nuestros niveles de glucosa en sangre aumentarán, pudiendo provocar el desarrollo de diabetes y de enfermedades del corazón.
- Aumento de peso: Si mantenemos un estilo de vida sedentario, aunque no comamos en exceso estaremos ingiriendo más calorías de las que vayamos a quemar durante el día. Esto se traducirá en un aumento de peso a causa de la grasa acumulada. El sobrepeso y la obesidad pueden ser muy perjudiciales para la salud, pudiendo provocar a largo plazo problemas de corazón, problemas respiratorios o diabetes, entre otros.
- Aumento de la retención de líquidos: Gracias al ejercicio conseguimos librarnos de gran cantidad de toxinas y residuos que se acumulan en nuestro cuerpo. Sin embargo, si no nos ejercitamos regularmente, estas toxinas y residuos se quedarán por más tiempo en nuestro cuerpo, aumentando así la retención de líquidos.
- Pérdida de tonificación en la piel: Gracias al ejercicio conseguimos que nuestra piel esté mucho más tersa y tonificada. Además, como te comentaba antes, el ejercicio nos ayuda a eliminar toxinas de nuestro cuerpo. Sin embargo, si seguimos un estilo de vida sedentario, nuestra piel poco a poco irá perdiendo tersura y elasticidad, e irá acumulando toxinas y residuos, provocando flacidez, celulitis y la aparición de signos prematuros de envejecimiento, como manchas y arrugas.
- Cambios de humor: Como te comentaba antes, la falta de ejercicio provoca que no se absorban correctamente los nutrientes necesarios, y que no llegue suficiente oxígeno a los órganos del cuerpo, entre ellos al cerebro. Eso afecta directamente a la producción de los neurotransmisores que provocan la sensación de bienestar y felicidad, provocando estados de decaimiento e incluso depresión.Practicar ejercicio regularmente no sólo devolverá a su estado normal la producción de estos neurotransmisores, sino que además estimulará la producción de endorfinas, unas hormonas asociadas a la sensación de bienestar y felicidad. Esto, además, te ayudará a combatir el estrés y la ansiedad que puede generar el día a día.
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